Vigo es
la ciudad de Julio Verne en España. Lo dice Ariel Pérez, presidente de la
Sociedad Hispánica Julio Verne (SHJV), organizadora del I Congreso
Internacional Verniano, con la colaboración de las universidades Autónoma y
Politécnica de Barcelona. Y el mayor experto mundial en el escritor de Nantes,
el investigador italiano Piero Gondolo della Riva, lo resume en una frase:
«Vigo tiene en Verne un tesoro».
Las dos
visitas del genio francés a la ciudad, en 1878 y 1884, además de un capítulo de
20.000 leguas de viaje submarino, titulado La bahía de Vigo, hacen de la urbe
gallega un referente para los estudiosos de la figura de Verne. «En Mallorca
presumimos de que dedicó a Palma parte de su obra Clovis Dardentor», afirma
Nicolás Moragues, de la Universitat de Les Illes Balears. «Por desgracia, él
nunca visitó las islas y lo de Vigo da una envidia sana», añade.
Huesca
acogió en 2012 un congreso universitario sobre Verne, porque es el tema de
investigación de la profesora Pilar Tresaco, de la Universidad de Zaragoza.
Pero no hay relación alguna de Verne con Aragón. Mientras que, entre los
participantes más exóticos del congreso de Barcelona, estaba Davor Sisovic, de
la villa croata de Pazin, que con 9.000 habitantes vive del turismo que genera
Verne, quien ambientó en el castillo de este pueblo varios pasajes de su novela
Mathias Sandorf.
«Vigo es
una referencia mundial para los estudiosos de Verne -afirma Ariel Pérez-, él es
un autor universal, que mantiene vivo el interés de los lectores a lo largo de
tres siglos... cualquier ciudad que tuviese una relación tan estrecha con el
genio de Nantes lo estaría explotando como turismo y como imagen sin dudarlo».
El
presidente de la SHJV, de origen cubano e ingeniero en Canadá, ha traducido al
castellano algunos cuentos inéditos de Verne, pero no conoce la ciudad olívica.
Ha visto en fotos las dos esculturas que honran al autor, en As Avenidas y San
Simón, y le agradan. Pero le asombra descubrir que el asunto no va más allá:
«¿No hay una ruta verniana guiada para turistas? ¿No se visita en barco el lugar
donde se sumergió el Nautilus? ¿Que tampoco hay una calle Julio Verne?»,
pregunta asombrado. «Estuve una vez en Coruña _tercia Góndolo de la Riva-, pero
en Vigo, nunca».
El I
Congreso Internacional Julio Verne deja claro que la relación entre la ciudad olívica
y el escritor francés se valora más fuera que dentro. La ponencia Verne en
Vigo. La primera escala de sus viajes tuvo una gran afluencia y,
asombrosamente, un intenso debate. Los expertos conocían múltiples detalles
sobre las visitas del genio de Nantes. Y, también, sobre la incierta
posibilidad de que trabase amistad con el industrial Antonio Sanjurjo Badía.
Por poner un ejemplo, el profesor Jean Michel Margot, el mayor estudioso de
Verne en EE.UU., sabía más de Verne en Vigo que muchos gestores de la propia
ciudad.
El
congreso, con ponentes de catorce países, dejó claro también que Verne es un
negocio. Buen ejemplo es Nantes, ciudad natal del escritor. Su museo recibe
miles y miles de visitantes cada año. Pero, en 2007, se creó el parque La
Machine de L´Ille, un espacio temático dedicado al escritor, donde la estrella
es un elefante mecánico gigante. Otro tanto sucede con Amiens, ciudad que reúne
la mayor colección de manuscritos vernianos. Esta urbe, con su Universidad
Jules Verne, es un destino turístico de primer orden.
«Para
nosotros, Vigo es la ciudad verniana por excelencia en España», apunta Ariel
Pérez, de la SHJV, que edita la revista científica Mundo Verne, que se
distribuye en doce países.
Pérez
defiende que Verne no es un autor sólo para jóvenes: «Publicó 64 novelas y
muchas de ellas fascinan al lector juvenil, en parte porque han sido adaptadas,
pero es un escritor para todos los públicos y edades, como lo demuestra el
estudio del académico francés Jean Chesneaux, de 1971, Una lectura política de
Julio Verne.
Ese Verne
universal sigue despertando interés 158 años después de su muerte. Y Hollywood
sigue convirtiendo sus argumentos en guiones. Al igual que, desde el cómic, el
movimiento steam punk reivindica un «futurismo retro», basado en la
electricidad y el vapor, y los ingenios que ideó.
Vigo es
una ciudad capital en el universo de Verne. La visitó en dos ocasiones, en 1878
y 1884. En lo que no fueron dos «breves escalas» de apenas unas horas, como se
ha publicado erróneamente tantas veces. Pero, sobre todo, el capítulo En la
bahía de Vigo, de la inmortal 20.000 leguas de viaje submarino es todo un
homenaje, pobremente aprovechado hasta la fecha.
«Vigo
tiene en Julio Verne un tesoro». Lo dice el mayor experto mundial en el genio
de Nantes, el italiano Piero Gondolo della Riva. Por desgracia, ese tesoro
sigue esperando que vayan en su busca...
Fuente: Eduardo Rolland (LaVozdeGalicia)
0 comentarios:
Publicar un comentario